lunes, 21 de mayo de 2012

And the twelve points go to…


Eurovisión mola. Con sus luces de colores y las banderitas ondeando frente al escenario. Con todos esos cantantes intentando enamorar a Europa (algunos sin demasiada fortuna, todo hay que decirlo), muchas veces en idiomas exóticos y desconocidos. Con la emoción de las semifinales y de las votaciones, en las que no sólo apoyas a tu país, sino también al que ha llevado tu canción favorita (de forma que las posibilidades de alegrarte aumentan). Con esos portavoces saludando y recordando lo mucho que nos queremos todos…
Y también es el paraíso para cualquier traductor. Cuando se juntan personas de más de cuarenta nacionalidades diferentes, de alguna forma tienen que entenderse. Me imagino que, quien más quien menos, todos se manejan lo suficiente en inglés. Pero, aun así, seguro que hay hordas de traductores moviéndose por los pasillos y asegurándose de que cada cantante, bailarín o coreógrafo entiende lo que tiene que entender. Al fin y al cabo, y aunque no te lo creas, Eurovisión es uno de los eventos televisivos más importantes. Más de cien millones de personas, procedentes de cincuenta países, lo ven cada año. Todo tiene que salir bien.
Y prepárate, porque es esta semana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario