-No entiendo por qué lees esa basura –le dije yo,
enfurruñada, no porque censurase realmente sus gustos en materia de lectura
sino porque quería llamar su atención. […]
-No me seas fascista cultural, anda. ¿Qué pretendes?
¿Que me pase el día entero leyendo Dostoievski o algo así?
No estoy demasiado
familiarizado con la obra de Lucía Etxeberria: sólo he leído Amor, curiosidad, prozac y dudas. Y lo
hice porque tuvo el detalle de poner un nombre de medicamento en el título… y porque
estaba en mi famoso Los 101 libros que
deberías leer. Sin embargo, no bastó para que me aficionara. Si
me animé a cogerlo en la biblioteca fue porque estaba buscando Si tú me dices ven lo dejo todo, pero dimeven y me topé con éste en la misma estantería (Espinosa – Etxeberria). Leí
la primera página por curiosidad (no por Prozac, ni por amor) y me encontré con
este párrafo… tenía que ver cómo seguía, no podía evitarlo.
Resulta que ya he tenido
muchas discusiones parecidas a lo largo de mi corta vida literaria, a veces
porque yo no me he limitado a los grandes clásicos. Nada más lejos. De hecho, siempre he
leído lo que mi estado emocional me permitía según el momento y, a veces, el
cuerpo te pide algo ligero, infantil o, simplemente, inofensivo. Tal vez sea
mejor leer un best seller, o una
novela juvenil que un clásico que no podrás apreciar en toda su magnitud.
Además, creo que hay que
considerar una cosita sin importancia: no todos los best seller son malos. ¿Por qué deberían serlo? Simplemente son
libros que se han vendido bien, que ya han gustado a miles de personas antes y
que algo bueno tienen que tener.
Así que me pongo en el lugar
de Mónica (el personaje en boca del cual pone Lucía Etxeberria las palabras de
la cita del principio) y defiendo la libre lectura. ¡Fuera el fascismo
cultural!
En cuanto al libro, ha
terminado por engancharme. Está enfocado desde una perspectiva totalmente
distinta a cualquier otra novela que haya leído, pero aborda los temas de
siempre: el amor, la soledad, las dudas, la necesidad de cambio… Todo ello con
un hilo conductor muy original. La redacción es impecable, y tiene muchos otros
párrafos que merecen la pena y que bien podrían abrir esta entrada... La única
pega que le pongo es que la portada, al menos la de la edición que he leído, no
está a la altura.
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