‘It’s because the parents don’t pay attention to them. I stayed home to
take care of my children, and so nothing like this ever happened.’ A stranger
to this culture might well assume that no option was open to the children of
working mothers but suicide. The three women nodded in united disapproval at
this latest proof of perfidy and ingratitude of youth and the irresponsibility
of all other parents but themselves.’
Hace meses
comencé a escribir sobre un libro llamado Blood
from a Stone. Dije que el plazo de entrega de la biblioteca expiraba en
pocos días y me veía en la obligación moral de devolverlo, pero que tenía buena
pinta y volvería más adelante para terminarlo. Pues bien, soy un tipo práctico
y, en vista de que no lo tenían (alguien ha debido cogerlo prestado), he optado
por la alternativa más parecida: Uniform
justice, de la misma autora, con el mismo protagonista e, imagino, una
trama similar. Además, también está en versión original (en inglés), que era lo
que yo quería.
Pues bien,
éste sí conseguí acabarlo antes de que venciera el plazo. Es cierto que me
costó (no me enganchó lo suficiente, qué le vamos a hacer), pero también me
regaló buenos momentos. Es una historia prototípica, para qué negarlo. Sin
embargo, también tiene grandes escenas, párrafos cargados de ironía (véase
encabezamiento), el encanto de Italia y de Venecia en cada una de las páginas…
y un final sorprendente.
Eso sí, aún
tengo la intención de terminar Blood from
a Stone. Tenía buena pinta y ya he comprobado que Donna Leon puede
gustarme. Y, cuando lo haga, ya te contaré qué tal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario