domingo, 18 de noviembre de 2012

Ese vacío en el pecho...

Me acabo de terminar Canción de hielo y fuego: Choque de reyes, escrito por George R. R. Martin y traducido por Cristina Macía. Es un libro francamente espectacular, que te absorbe y te deja con ganas de más (espero poder empezar el tercero pronto…) y que te descubre un nuevo mundo. Sin embargo, hoy no voy a hablar de la trama ni de la saga, ya lo haré a su debido tiempo. Hoy toca abordar el vacío que te invade cuando terminas un buen libro. Ese sentimiento de que has perdido algo irrecuperable y de que una parte de ti no volverá a ser igual; esa duda existencial de si llegará un nuevo libro que esté a la altura, una historia que pueda hacerte reír o soñar… Incluso de si aparecerá otro autor capaz de mantenerte entretenido durante largas horas, noches, días…

Ahora estoy un poco melancólico y haberme terminado esta segunda parte de Canción de hielo y fuego me ha dejado algo bajo de moral. No obstante, he tenido suerte en una cosa: sé que encontraré un nuevo libro que llenará mi vacío, basta con seguir avanzando en la serie. Siguiente paso: Tormenta de espadas.

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