A medida que se acerca la temida pruebade acceso para el grado de Traducción e Interpretación de la Usal,
crecen los comentarios y las preguntas, pero también la inquietud y
el miedo. Mis futuros compañeros están asustados porque no deja de
ser un examen que hay que aprobar, mientras que los veteranos
recordamos viejos tiempos y pensamos en las diversas formas de
asustar a los aspirantes. De hecho, ayer decidimos que
era buena idea ir a la facultad y exclamar cosas como '¡Ya es la
quinta vez que me presento!', '¡No me ha dado tiempo a estudiármelo
todo!' o 'El año pasado tuvimos que traducir versículos de la
Biblia'. Al final no lo vamos a hacer (yo por lo menos), os dejaremos
tranquilos mientras dure la prueba.
Por eso, aunque queden sólo unas horas
para que os tengáis que sentar a escribir la redacción y el
resumen, queridos novatos, desde aquí os deseo toda la suerte del mundo y os animo a
que os tranquilicéis, porque de verdad que no es para tanto. No necesitáis prepararos, basta con que dominéis el español y, por qué no, alguna de las tres lenguas que se ofrecen. Y, a
los que aprobéis tanto la parte escrita como la oral, ya nos veremos por la facultad. ¡Hasta pronto!
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