miércoles, 23 de octubre de 2013

Expresión oral

Acabo de leer un par de artículos acerca de cómo hablar en público. Supongo que no he descubierto nada nuevo, pero sí que me ha hecho pensar en lo importante que es para todo estudiante de Traducción e Interpretación saber manejarse con soltura delante de una audiencia cualquiera.

Al parecer, es un tema que supone un lastre para los españoles en general, debido a nuestro sistema educativo. Y es que hay que tener en cuenta, para empezar, que los buenos oradores no nacen, se hacen. En ambos artículos se hablaba acerca de los entresijos que tiene hablar en público y se defiende que preparar a los estudiantes para la oratoria debería ser obligatorio.

Y, si tan importante es para todos en el mundo moderno, aun lo será en mayor medida para una persona que se quiera dedicar a la interpretación. Cierto, lo primero que se nos viene a la cabeza es un intérprete metido en una cabina, con sus cascos y la protección que le ofrecen el cristal y las paredes. En ese caso lo primordial es saber articular un discurso correcto y que sea fiel al original. Sin embargo, también tenemos que tener en cuenta que hay otra modalidad de interpretación: mi adorada interpretación consecutiva. A la hora de enfrentarse a ella sí que hay que tener en cuenta otras muchas cosas: postura, lenguaje corporal, expresión facial... Incluso es importante llevar un atuendo apropiado. Por ello, no está de más que se nos prepare para tan ardua labor.


A grandes rasgos, se puede concluir que la expresión oral y la capacidad de hablar en público tienen más importancia de la que parece. Tal vez por eso en la carrera de Traducción e Interpretación hay una asignatura enfocada a ello, que yo cursaré este año y de la que espero sacar el máximo provecho. Mientras tanto, me despido por escrito y voy a comenzar con las tareas que ya nos han mandado.

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