martes, 26 de noviembre de 2013

El italiano

No, no voy a hablar de chicos toscanos, lombardos ni sicilianos. Voy a hablar del idioma. Ya sé que actualmente resido en Alemania y mi prioridad debería ser el alemán, pero ya he analizado los entresijos de la parla germana y el destino ha querido darme la oportunidad de volver a hablar el italiano... y de recordar lo increíblemente bonito que me parece.

Desde la gramática -tan parecida y tan distinta de la español- al vocabulario -tan parecido y tan distinto del español-, todo lo mínimamente relacionado con este idioma ejerce sobre mí una especie de atracción incontrolable. Me encanta cómo suenan las dobles consonantes (por mucho que sean la principal fuente de errores del estudiante medio), las terminaciones casi exclusivamente vocálicas y el énfasis que parece haber detrás de cada palabra, por insustancial que sea. También me vuelve loco la música italiana, pero eso es otra cuestión...

Además, es una lengua fácil de estudiar y muy agradecida: a los pocos meses, un español puede mantener conversaciones coherentes sin demasiados errores. Muchas palabras son prácticamente iguales a sus equivalentes en castellano y, las que no lo son, al menos tienen una estructura vocal-consonante-vocal con la que los hispanohablantes estamos familiarizados. Ojo, no quiero decir que se pueda aprender italiano por ciencia infusa. Las conjugaciones verbales y las ya mencionadas dobles consonantes son una inagotable fuente de errores y, por mucho que el vocabulario sea similar, nunca vienen mal unas cuantas horas de estudio. Sí, dominarlo es otra cuestión.
Lo mejor de todo es que es una opinión que comparto con miles de personas que estudian la lengua de Dante. Cada ve son más los valientes que se pirran por la música, la comida o la cultura italiana, y que se lanzan al aprendizaje del italiano (por ejemplo, en mi clase había una chica que había empezado a estudiarlo por lo mucho que le entusiasmaba Eros Ramazzotti). Y supongo que, cuando algo le gusta tanto a tanta gente, será por algo.


Yo, por lo pronto, seguiré practicándolo siempre que me surja la oportunidad... Y últimamente me han surgido tantas que hasta me han preguntado si era italiano o sólo lo hablaba. Pero ahora es cuando me recuerdo que estoy aquí para aprender alemán, así que ti lascio per oggi, vado a studiare un po' di tedesco.

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