No, no voy a hablar de
chicos toscanos, lombardos ni sicilianos. Voy a hablar del idioma. Ya
sé que actualmente resido en Alemania y mi prioridad debería ser el
alemán, pero ya he analizado los entresijos de la parla germana y el
destino ha querido darme la oportunidad de volver a hablar el
italiano... y de recordar lo increíblemente bonito que me parece.
Desde la gramática -tan
parecida y tan distinta de la español- al vocabulario -tan parecido
y tan distinto del español-, todo lo mínimamente relacionado con
este idioma ejerce sobre mí una especie de atracción incontrolable.
Me encanta cómo suenan las dobles consonantes (por mucho que sean la
principal fuente de errores del estudiante medio), las terminaciones
casi exclusivamente vocálicas y el énfasis que parece haber detrás
de cada palabra, por insustancial que sea. También me vuelve loco la
música italiana, pero eso es otra cuestión...
Además, es una lengua
fácil de estudiar y muy agradecida: a los pocos meses, un español
puede mantener conversaciones coherentes sin demasiados errores.
Muchas palabras son prácticamente iguales a sus equivalentes en
castellano y, las que no lo son, al menos tienen una estructura
vocal-consonante-vocal con la que los hispanohablantes estamos
familiarizados. Ojo, no quiero decir que se pueda aprender italiano
por ciencia infusa. Las conjugaciones verbales y las ya mencionadas
dobles consonantes son una inagotable fuente de errores y, por mucho
que el vocabulario sea similar, nunca vienen mal unas cuantas horas
de estudio. Sí, dominarlo es otra cuestión.
Lo mejor de todo es que
es una opinión que comparto con miles de personas que estudian la
lengua de Dante. Cada ve son más los valientes que se pirran por la
música, la comida o la cultura italiana, y que se lanzan al
aprendizaje del italiano (por ejemplo, en mi clase había una chica
que había empezado a estudiarlo por lo mucho que le entusiasmaba
Eros Ramazzotti). Y supongo que, cuando algo le gusta tanto a tanta
gente, será por algo.
Yo, por lo pronto,
seguiré practicándolo siempre que me surja la oportunidad... Y
últimamente me han surgido tantas que hasta me han preguntado si era
italiano o sólo lo hablaba. Pero ahora es cuando me recuerdo que
estoy aquí para aprender alemán, así que ti lascio per oggi,
vado a studiare un po' di tedesco.
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