Acabo de leer en Internet un artículo con el que me he reído mucho. Estaba publicado
en una popular página web que se caracteriza por escribir sus
noticias con un cuidado lenguaje periodístico y por presentar un
formato perfectamente normal, así como por la total falta de
veracidad e incluso coherencia de su contenido... algo que debemos
tener en cuenta.
Dentro de este contexto,
los escritores anunciaban, en inglés, que un fallo en el sistema
obligaba a los hispanohablantes a utilizar otros idiomas. Al parecer,
el mal uso que se había hecho de la lengua provocó el fatal colapso
que hizo que niños, adultos y ancianos tuvieran que dejar de usar el
español y recurrir a otros idiomas, principalmente inglés.
Si bien es una noticia
divertida para leer en una página web de este tipo, no deja de
esconder un trasfondo perturbador. Efectivamente, el español ha sido
maltratado de forma preocupante por millones de personas, y parece que
no se hace lo suficiente por evitarlo. Tengo la impresión de que ni
se fomenta su aprendizaje ni se sanciona su mal uso. No se nos enseña
todo lo que necesitamos saber ni se nos recalca la importancia de
cuidarlo y preservarlo. Sí, todos hemos tenido la asignatura de
Lengua Española durante Educación Primaria y la ESO. De hecho, es
obligatoria hasta el último curso de bachillerato e incluso en
algunas carreras (véase traducción), pero parece que los sufridos
profesores no consiguen transmitir la idea de que debemos evitarle al
español el mayor daño posible.
Acentos, faltas de
ortografía y de puntuación, fallos gramaticales, gerundios
innecesarios (sí, reconozco que es un error que me saca de quicio
más que ningún otro)... Hay muchos factores que debemos tener en
cuenta para conseguir que nuestro español sea correcto, sea cual sea
el medio que usamos. Y tampoco deberíamos olvidar que otros idiomas
son más difíciles y, aun así, sus hablantes se preocupan por no
cometer errores. Cada vez que pienso en lo complicado que me resulta
el alemán y lo correctos que suelen ser siempre los hablantes
nativos me doy cuenta de que los españoles estamos torturando
nuestro idioma de forma innecesaria.
Además, no acaba de
parecerme correcto que se acaben admitiendo como correctos los fallos
que se cometen de forma sistemática, como ya he explicado en otras
ocasiones. ¿El uso crea la norma? Con todos mis respetos, no estoy
del todo de acuerdo.
De modo que, como
conclusión, animo a todos mis potenciales lectores a que hagan el
mejor uso posible del español y a que se ciñan a las normas. Y
también felicito a la página web en cuestión por ser tan
imaginativa y divertida... a pesar de que a veces resulte, como ya he
dicho, un poco perturbadora.
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