jueves, 30 de junio de 2016

Traducir en tiempos revueltos



Queridos lectores (siempre en plural, hay que ser optimista), estamos atravesando tiempos convulsos. A los que lean esto en el futuro, o a los que vivan debajo de una piedra, les pondré en antecedentes de lo que ha ocurrido recientemente: un referéndum en el Reino Unido ha determinado que más de la mitad de los votantes (que no de la población) quiere salirse de la Unión Europea, las elecciones en España no han tenido el efecto que deseaban aquellos que propusieron una repetición y grandes selecciones como Croacia o la propia España no han conseguido pasar a los cuartos de final de la Eurocopa.

¿Que por qué me pongo a divagar sobre temas de actualidad, yo que siempre me mantengo tan al margen como me resulta posible? Bueno, pues porque una hipotética salida del Reino Unido de la Unión Europea ha hecho que muchos traductores e intérpretes se lleven las manos a la cabeza.

Y razón no les falta. Nadie negará que el inglés es la lengua extranjera más estudiada en Europa y el resto del mundo (ver, por ejemplo, este artículo de la Fundéu). Sin embargo, en cuanto al número de hablantes nativos en la Unión Europea, el inglés no es tan relevante comparado con el francés o el italiano o sobre todo con el alemán (la lengua más hablada en Europa, sin contar a Rusia), y la mayor parte de estos hablantes nativos de inglés reside en el Reino Unido. Oficialmente, el temido Brexit haría que el inglés se convirtiera en una lengua casi residual en la Unión Europea, por detrás del neerlandés, el portugués, el griego o el húngaro y al nivel de idiomas casi exóticos como el lituano o el letón, y sólo seguiría presente gracias a su condición de lengua oficial en Irlanda y Malta (ambos países, por cierto, tienen sendas lenguas cooficiales, el irlandés y el maltés). Ahora sí que os voy a dejar un par de enlaces, con el número de habitantes de todos los países de la UniónEuropea, una lista con las lenguas oficiales.

La situación se presenta casi apocalíptica. Al fin y al cabo, el inglés es la primera lengua de trabajo de muchos de nosotros, traductores y/o intérpretes que podríamos plantearnos trabajar en la Unión Europea (ay, si fuera tan fácil). No obstante, yo diría que no hay motivos para alarmarse. En primer lugar, insisto en que el inglés sigue siendo la lengua extranjera más extendida entrelos europeos y muchas veces la lengua de comunicación entre personas con distintas lenguas maternas. En segundo lugar, como ya he dicho, seguiría siendo una lengua oficial. Y, en tercer y último lugar, yo estoy convencido de que la salida del Reino Unido de la Unión Europea nunca llegará a ser efectiva.

Y sí, con esta frase lapidaria y el deseo de haber tranquilizado a alguien, termino esta entrada, en la que por una vez me he mojado un poco y he manifestado claramente una opinión ¡y sin ser políticamente correcto al 100 %! Dicho esto, y ya que he sacado a colación el tema de la Eurocopa, le deseo toda la suerte del mundo a Islandia, que aunque “tampoco” está en la Unión Europea ha llevado el equipo revelación y probablemente el más querido… Y de paso ha sacado a Inglaterra de la Eurocopa igual que los propios ingleses quieren sacarse a sí mismos de la Unión Europea.

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