lunes, 25 de julio de 2016

Traductores redactores

Últimamente he encontrado varios lugares en internet en los que buscaban una persona para redactar contenidos o, en general, para ayudar en labores de redacción. La mayoría eran prácticas o trabajos remunerados, aunque algunos simplemente pedían voluntarios (para colaborar en páginas web, por ejemplo). Yo, en un alarde de optimismo, he solicitado casi todos los puestos que he visto, incluso algunos de los no remunerados. Lo he hecho porque he pensado que puede ser un trabajo divertido y enriquecedor, que tal vez me permita seguir mejorando y, sobre todo, explorar esa faceta de mi vida que ya sale a relucir con cada entrada del blog. Me refiero, claro está, a la faceta de redactor.

En cierto modo, se puede decir que todo traductor tiene una parte de redactor. Tal vez no es un creador, como un “redactor puro”, pero una persona difícilmente podrá dedicarse a la traducción si no sabe redactar. Tiene tanto sentido y ambas cosas están tan relacionadas que, de hecho, en muchos de los anuncios pedían específicamente traductores (esto alentado, eso sí, por el hecho de que muchas veces hay que complementar las labores de redacción con conocimientos de una lengua extranjera).

No se puede negar que muchas personas estudian Traducción e Interpretación porque les gusta escribir (es uno de los motivos estrella, junto con ‘me gustan los idiomas’ y ‘quiero ser intérprete’). También hay que tener en cuenta que no hay muchas carreras en las que la escritura sea una parte central (posiblemente, las dos únicas sean Traducción y Periodismo) y que en un mundo tan interconectado como el nuestro, el conocimiento de idiomas extranjeros es un plus bastante valioso... y es algo que los traductores traemos de serie.


En definitiva, lo que vengo a decir es que el trabajo como redactor puede ser una salida perfectamente válida para alguien que haya estudiado Traducción. Es un trabajo relacionado con la carrera, para el que se nos ha formado y que nos puede proporcionar experiencia y ayudar en futuros encargos de traducción. Además, las condiciones pueden ser similares a las de un traductor e, insisto, nos puede descubrir una faceta nueva de nosotros mismos. Así que, ¿por qué no intentarlo?

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