martes, 27 de septiembre de 2016

El dilema lingüístico de la semana: y/o



No, por ahora no voy a empezar una nueva sección con este nombre (no estaría mal, la verdad, ¿pero y si una semana no puedo actualizar y falto a mi palabra, con doble sentido?). De momento, publico esta entrada porque hay algo que últimamente me está quitando el sueño (esta vez sólo en sentido figurado, por suerte). Se trata de la estructura y/o.

Resulta que la RAE, y como consecuencia también la Fundéu, afirma que la fórmula 'y/o' es un calco del inglés e innecesaria en castellano. Esto se debe a que en español la conjunción ‘o’ no es excluyente y, por ello, ambas instituciones limitan su uso a contextos muy técnicos en los que sea imprescindible evitar ambigüedades.

A mí me alegra mucho que dejen esa puerta abierta, porque debo reconocer que siento una cierta debilidad por la fórmula que hoy nos ocupa. Me parece que, por mucho que resulte innecesario hacer esa distinción en español, aporta un matiz interesante en algunas situaciones y, como la propia RAE admite, habrá contextos en los que se produzcan ambigüedades y el y/o nos las resuelva.

Además, nos queda una cuestión interesante: ¿cómo discernimos qué texto es “muy técnico” y cuál no? ¿Dónde fijaremos la frontera? Cada vez que me encuentre en la tesitura de usar la fórmula en un traducción o un trabajo, estudiaré la situación a fondo y veré si tengo una justificación real para mantenerla. De momento, vuelvo a declararme un rebelde sin causa y creo que en los textos que escriba para mí mismo la usaré cuanto me plazca. Igual que el sólo y/o el éste (vale, aquí está muy forzado, pero no he podido evitarlo).

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