jueves, 29 de septiembre de 2016

Traducción especializada: traducción médica



Hace poco comentaba la importancia que tiene para un traductor especializarse en un ámbito concreto, sea el científico, el jurídico, el técnico, el literario o incluso temas concretos. Comenté que puede ser una baza a favor en muchos casos y que el único inconveniente puede ser el hecho de que se puede acabar encasillado o traduciendo proyectos sólo mínimamente relacionados con nuestro campo de especialidad. 

Pues hoy voy a especificar un poco más y me centraré en un ámbito concreto: la traducción médica, el campo con el que estoy en contacto más directo y del que también he habalado anteriormente, incluso en público. Se trata de una rama del saber muy variada, con una cantidad de palabras tal vez mayor que cualquier otra, con una altísima variedad de tipos de texto y con características muy particulares, por lo que su traducción no es precisamente fácil (si es que traducir alguna vez lo es) y hay muchas cosas que hay que tener en cuenta.

Para comenzar, recordaré algo que siempre me ha llamado la atención: resulta que los estudiantes de medicina en los primeros años de carrera tienen que aprender hasta 5000 palabras nuevas, más que en la mayoría de cursos básicos de idiomas. Es un ejemplo lo suficientemente ilustrativo de la diversidad terminológica a la que se enfrenta un traductor especializado en su día a día (y también una curiosidad que me hizo mucha gracia, insisto).

Además de esta vastísima variedad léxica, hay otras cosas que no podemos olvidar cuando abordamos una traducción médica. Por ejemplo, debemos recordar que muchos tipos de textos del ámbito de la medicina tienen una estructura fija y suelen ser fieles a un estilo semejante, tanto en español como en el idioma de partida. También son especialmente frecuentes las siglas, que además de ser particularmente complicadas de entender en muchos casos, nos plantean el dilema de si debemos traducirlas o no (en este punto hay opiniones divergentes entre los expertos). Además, debemos adaptarnos al registro y en algunos casos es especialmente fundamental que entendamos el contenido y no nos limitemos a traducir las palabras o las frases sin saber qué es lo que estamos diciendo, pues en ocasiones la vida del lector puede depender de ello. Del mismo modo, y por el mismo motivo, tenemos que asegurarnos de que nuestra traducción se entiende perfectamente.

En realidad, éste es un tema que da para una tesis entera, y una entrada de blog se queda vergonzosamente corta. Simplemente quería mencionar algunas de las particularidades de este campo en concreto, por motivos personales, y enfatizar la importancia que tiene la labor del traductor en algunos casos relacionados con la traducción de textos de carácter médico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario